La Lanteri (por Lala Toutonián)


"Arden hogueras de emancipación femenina, venciendo rancios prejuicios, y dejando de implorar por sus derechos, que no se mendigan, se conquistan"

                                                                    Julieta Lanteri


Cuando el auto atropelló a Julieta Lanteri en Diagonal Norte y Suipacha, se supo que era intencional. Ni el conductor, ni los tantísimos hombres de su generación pudieron tolerar a una mujer más valiente de lo que ellos creían ser (en rigor de verdad, ninguno lo era). 
* Julieta había nacido en 1873 en Italia y llegó a Argentina a sus 6 seis años. Y qué inmigranta italiana que se precie no podía ser menos que una revolucionaria. Son aquellas que llegan a un nuevo mundo quienes saben a qué se enfrentan y la lucha es siempre la respuesta. Ese batallar suyo incluyó ser la primera mujer en estudiar en una institución exclusiva para varones para luego ingresar a Medicina. Se convirtió en la quinta médica recibida en Argentina (la primera italiana) y junto a Cecilia Grierson, fundó la Asociación de Universitarias Argentinas. Se casó con un hombre 13 años menor y se separó (¡sacrílega!). Fundó la Liga Argentina de Mujeres Librepensadoras y el Partido Feminista Nacional. Convocó al Primer Congreso Internacional Femenino. Organizó el Primer Congreso del Niño, la Liga Pro Derechos de la Mujer, la Liga por los Derechos del Niño y la Liga Contra la Trata de Blancas. * Pero no era suficiente, la emancipación debía ser total o no sería. Quería votar. Se presentó con un amparo judicial en el padrón electoral donde no mencionaba que la mujer no pudiera votar. Ese mismo año, 1911, se convirtió en la primera y única sudamericana en votar. El voto femenino recién se ejerció legalmente en 1948 Denunció las condiciones inhumanas de las obreras, peleó contra proxenetas, exigió el derecho al divorcio y quitar el poder de la Iglesia. Fue la primera candidata a diputada por el Partido Feminista Nacional: en su plataforma prometía sancionar la licencia por maternidad, subsidios por hijos, abolir la pena de muerte y más derechos civiles. *. El accidente que no fue tal ocurrió un caluroso 22 de febrero de 1932. Lanteri agonizó dos días para finalmente partir. En un acto sin precedentes, más de mil personas acudieron a su funeral. Muchas mujeres que encontramos inspiración en su lucha y los obstáculos que enfrentó, la lloramos con admiración.


Lala Toutonián

Comentarios